La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el ámbito sanitario en España, generando un debate sobre si es una oportunidad o una amenaza para los profesionales de la salud. Aunque muchas tareas médicas están siendo automatizadas, la realidad es que aquellos profesionales que no se adapten a esta nueva realidad podrían quedarse atrás. Según un informe de Medscape, un contundente 90% de los médicos españoles reconoce que es fundamental estar formados en IA para continuar siendo competitivos en el futuro.
Lejos de ser una amenaza, la IA está aliviando la carga de los médicos, especialmente en tareas rutinarias y administrativas, lo que les permite dedicar más tiempo a lo que realmente importa: la atención al paciente.
Fernando Bandrés, catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, sostiene que "la IA no va a reemplazar a los médicos, sino que les permitirá mejorar la precisión de sus diagnósticos y aumentar la eficiencia en sus consultas, reduciendo errores humanos".
La aplicación de la IA en hospitales españoles, como el 12 de Octubre y el Ramón y Cajal de Madrid, ya está acelerando el diagnóstico en áreas como la radiología. Estos hospitales han colaborado con empresas tecnológicas para integrar la IA en la detección de la COVID-19, logrando una precisión del 89%, lo que supera con creces la capacidad humana sin IA. Estas iniciativas muestran cómo la IA no solo mejora los resultados clínicos, sino que también preserva la privacidad del paciente, una preocupación clave en la era digital.
A pesar de las oportunidades, Ignacio Hernández Medrano, neurólogo y fundador de Savana, advierte que los médicos que no adopten la IA "se encontrarán desactualizados y corren el riesgo de ser reemplazados por aquellos que sí integren estas tecnologías en su práctica diaria". Esto se debe a que la IA no solo optimiza el diagnóstico, sino que también facilita el tratamiento personalizado y el seguimiento remoto de los pacientes, dos áreas críticas para el futuro de la medicina.
Además, un estudio de AseBio revela que, aunque actualmente solo el 11% de los profesionales sanitarios en España utilizan IA en su práctica, el 42% planea adoptarla en los próximos años. Esto subraya que la demanda de habilidades en IA está aumentando, y aquellos que no se formen en su uso estarán en desventaja.
La IA representa una gran oportunidad para mejorar la eficiencia y la precisión en el sector sanitario, pero también plantea un reto para los profesionales que no se adapten. Los médicos y otros trabajadores de la salud que no aprendan a usar estas tecnologías corren el riesgo de quedar fuera de un sector en constante evolución. Para evitarlo, es crucial que los profesionales sanitarios se formen en IA y adopten una mentalidad de aprendizaje continuo, aprovechando las herramientas que ya están transformando la atención médica en España.
En resumen, la IA no es una amenaza, sino una herramienta que ayudará a los médicos a ofrecer un cuidado más efectivo, siempre y cuando estén dispuestos a aprender y adaptarse a estos avances tecnológicos.